"Sueño con tener jugadoras de casa que vivan de esto"
La presidenta del Araski , Livia López, desvela la situación del club durante su primer año en Liga Femenina
Desde el primer momento queda más que claro que Livia López (Bilbao, 1979) no corresponde al prototipo típico de presidenta de un club deportivo. No es raro que la bilbaína apenas esté sentada en el palco durante los partidos de su club, ya sea por estar charlando con los aficionados, por ayudar en labores logísticas o incluso jugando con los araskizales más pequeños. Ni siquiera Jorge Garbajosa, actual presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB) pudo conseguir que se sentara con él a ver la Copa de la Reina. López prefirió estar con la Marea Verde, con los suyos. Con todos los que forman el Araski.
-¿Cómo vivió la temporada pasada, cuándo empezó a creer en el ascenso?
Sinceramente, nunca vi opciones de ascender. Fuimos a la fase de ascenso a competir porque somos ambiciosos y está en nuestro ADN, pero en ningún caso pensé que íbamos a acabar en Liga Femenina. Entrar en fase de ascenso no era un objetivo realista, aunque sabíamos que podía darse el caso. Fue tan inesperado que ni siquiera llegamos a soñarlo.
-Y en esta temporada, ¿cómo llevan el boom mediático que están experimentando?
Primero intentas que no te supere. Tenemos presente que lo que está pasando ahora no es suerte, es fruto de un trabajo bien realizado. Evidentemente, cosas como la Copa de la Reina son un premio, pero no un regalo. A nosotras nadie nos ha regalado nada, ni a las jugadoras ni al cuerpo técnico. Incluso en este lío mediático en el que estamos, la realidad y las necesidades del club siguen siendo las mismas, además de que el trabajo ahora ha aumentado. Por otro lado, tenemos que seguir siendo humildes. Una de las virtudes del club siempre ha sido tener los pies en el suelo. Como dice Made Urieta, ni antes éramos tan malas ni ahora somos tan buenas.
-Una de las señas de identidad del club es la apuesta por las jugadoras de casa.
Así es, y con eso vamos a muerte, hasta el final. Sabemos que en esta categoría tenemos que traer a jugadoras extranjeras, pero ahí también está la virtud de saber qué jugadoras de fuera van ser capaces de adaptarse a este club. Ahora tenemos la suerte de tener de entrenadora a Made que siempre ha estado aquí, pero en el hipotético caso de que tuviéramos que traer a alguien de fuera siempre vamos a hacerlo pensando en que se tiene que adaptar y trabajar con las jugadoras de aquí, aunque entrenen menos. Las jugadoras de casa son el gran reto, porque no les puedes pagar para que vivan de esto. Yo sueño con tener jugadoras de casa que tengan esto como su único trabajo, pero por ahora es imposible.
-Llama la atención la cercanía que desprende como presidenta. Como cuando en la Copa de la Reina desechó un sitio en el palco para estar con la afición del Araski.
Yo voy en sintonía con el club. Somos una entidad atípica en todas las facetas. Desde la deportiva hasta la logística. En el resto de clubes todo el mundo está muy etiquetado en su cargo, pero en la realidad nosotros funcionamos como un equipo. Yo no soy más que Made, que Joseba (segundo entrenador) o que Amaia (secretaria). Cada uno tenemos nuestras funciones, pero no me siento capaz de dar una orden y que se cumpla solo porque soy la presidenta. Si tuviese que estar en el bar poniendo cafés, pues ahí estaría. Sí es verdad que Jorge Garbajosa (presidente de la FEB) me pidió estar junto a él en el palco, y en un principio iba a ir. Pero cuando llegué al pabellón y vi el ambiente en la grada le dije que no podía. Lo poco que me deja disfrutar el trabajo que esto conlleva es ver al equipo con la gente que lo vive día a día, y no puedo renunciar a eso.
-¿Cómo fue este último verano en los despachos, con el salto a Liga Femenina?
Era algo inexplorado para nosotras, fuimos un poco a ciegas. Entre lo que Made controlaba de mercado de jugadoras y las estimaciones que hicimos de patrocinadores y costes realizamos una primera estimación del presupuesto. A esto hay que unirle el resto del club, todas las categorías inferiores. No somos solo un equipo en lo alto y no vamos a serlo nunca. Tuvimos mucha presión hasta que vimos que íbamos a poder conseguir el presupuesto necesario.
-Definitivamente lo que más llama la atención en el Araski es su sensación de integridad y cercanía.
Somos una macrofamilia con unas relaciones que van mucho más allá de lo deportivo. Son tantas, horas, reuniones, decisiones que ya tienes una implicación emocional enorme. A nivel personal, esto no compensa. Yo dejo de estar mucho tiempo con mi familia y amigos por esto. Por ejemplo, trabajo en la tele y ni siquiera puedo verla.
La perspectiva de género en el Araski
Según Livia López, desde la creación del Araski se tuvo claro que era un proyecto "por y para mujeres" en lo que a jugadoras se refiere. "Queríamos luchar para que jugadoras, cuerpo técnico y todos los integrantes pudieran luchar por condiciones igualitarias", añade la presidenta.Y es que desde el principio, la perspectiva de género y la práctica del deporte han sido los elementos por los que han luchado en la entidad alavesa, ambos con importancia equitativa. No obstante, la temporada 2014/15 supuso un punto de inflexión en ello, dado que apostaron por una labor comunicativa más fuerte. "Nuestra meta principal era la visibilidad. Queríamos contar lo que se estaba haciendo", insiste la bilbaína.

Foto: Diario Noticias de Álava