El Araski ya es de semifinal
Las de Made Urieta dan la enésima campanada y eliminan al Lointek Gernika en un partido de intensidad y entrega descomunales (57-54); aguarda el Girona en la siguiente fase
LACTURALE ARASKI (57): Silva (13), Tudanca (8), Liñeira (3), Roundtree (13) y Vega (2) -quinteto inicial- Molinuevo, Velasco, Etxarri (6), Aldalur (12), Agirre, Pardo, y Martínez de Alegría
LOINTEK GERNIKA (54): Sandric (7), Asurmendi (5), Armstrong (10), Tolosa (6) y Mokambo (13) -quinteto inicial- García (1), Llorente (3), Alonso, Lázaro y Ariztimuño.
PARCIALES: 12-16, 17-12, 15-10 y 13-16.
ÁRBITROS: Mendoza y Hurtado.
PABELLÓN: Mendizorroza, aproximadamente 2.000 espectadores.
Una vez más, lo hicieron. Las chicas del Lacturale Araski superaron las expectativas y eliminaron al Lointek Gernika en dos partidos, pasando a semifinales de Liga Femenina. Y de qué manera. En un choque para el recuerdo, en el que ambos conjuntos se dejaron cuerpo y alma sobre el parqué. Roselis Silva -13 puntos, 19 de valoración- y Margaret Roundtree -13 puntos y 8 rebotes-, que acabó lesionada, fueron las más destacadas, aún siendo el esfuerzo coral del cuadro alavés mayúsculo.
Sin embargo, la cita no comenzó de manera propicia para las chicas de Made Urieta, que sufrieron un rotundo 10-0 de parcial en los primeros tres minutos. No obstante, gracias a un endurecimiento de la defensa y a la aparición de Aldalur consiguieron reducir la distancia a cuatro puntos al final del primer periodo (12-16).
No sería hasta el ecuador del segundo cuarto cuando las locales se pusieron por delante con cuatro puntos consecutivos de Irati Etxarri. En el trío formado por la joven navarra, la propia Aldalur y Marta Tudanca estaba basado el juego de las verdes, mucho menos apuradas que en el primer cuarto. Por su parte, las visitantes habían perdido el acierto exterior de los primeros minutos, a pesar de gozar de tiros relativamente liberados. Al descanso, igualdad y tensión máximas, con un único punto de diferencia para el Araski (29-28).
La reanudación tuvo un nombre propio: Roselis Silva. La venezonala dinamitó el encuentro con siete puntos casi consecutivos. Hicieron bien las de Solar en ralentizar el juego y hacer que Mokambo ganara presencia interior, convirtiéndose en la fuente principal del juego vizcaíno. Con Silva de nuevo en el banquillo, Margaret Roundtree cogió el testigo del Araski en ataque. La norteamericana tiró de físico para que las suyas se fueran con un resultado de 44-38 al periodo decisivo.
Periodo que comenzó con un parcial de 7-0 a favor del Gernika, con el que se pusieron por delante. Entonces llegó la lesión de María Pina, que se torció el tobillo en una mala caída. En los últimos minutos, el valor de cada posesión era incalculable, y bien lo sabían las diez guerreras del parqué. Una de las más luchadoras, la propia Roundtree, cayó lesionada a falta de 1:20 para desesperación local.
Con empate a 51, tocó afrontar los instantes decisivos sin la jugadora más determinante hasta el momento. Y de nuevo, las verdes se sobrepusieron en un final de infarto que empezó Silva con un dos más uno y culminaron Liñeira y Aldalur desde la personal. Aguarda el Girona en semifinales. ¿Se permitirán las de Urieta soñar una vez más?

Si el encuentro estuvo a la altura de las expectativas, la grada no se quedó ni mucho menos atrás. Araski y Gernika hicieron un llamamiento a sus aficiones durante toda la semana, y estas respondieron con nota. Los aproximadamente 2.000 aficionados que copaban el graderío vitoriano suponen la mejor entrada de la temporada para el club alavés, en lo que fue toda una fiesta para el baloncesto femenino. Porque en los asientos se vivía el choque con tanta pasión como en el parqué, y con idéntica deportividad y alegría a pesar de la tensión existente. Los cánticos y jaleos conservaron su intensidad durante todo el encuentro. Y es que apenas había tiempo para respirar con tanta igualdad y emoción, solo empañadas por las respectivas lesiones de Pina y Roundtree, ambas en la recta final del encuentro. Tampoco se salvaron los árbitros de alguna protesta, aunque huelga decir que su actuación, teniendo en cuenta la exigencia del partido, fue como poco notable.
Una vez finalizado el encuentro llegó el turno de relajar las gargantas y enjuagar los ojos. Las lágrimas afloraban en ambos lados de la cancha, en uno de emoción y en el otro de tristeza. Las jugadoras del Araski intentaban guardar algo de euforia mientras atendían de manera incansable todas las peticiones de las seguidoras más jóvenes, mientras que en el banquillo del Gernika ocurría al revés, con las baloncestistas consoladas por su hinchada.
Notable fue el gran desplazamiento desde la villa vizcaína. Unos 300 seguidores del Gernika se acercaron a Vitoria y ya se dejaban notar en los locales hosteleros circundantes al pabellón momentos antes del partido, donde también se produjeron los primeros roces entre aficiones. Amistosos, eso sí. Guerra de cánticos, bebidas y banderas, que a todo el mundo deleitan. Ayer, dos aficiones ejemplares dieron una muestra inmejorable de que el baloncesto femenino también puede levantar pasiones.
Mendi fue la sexta jugadora
Foto: Pilar Barco